Los cerramientos acristalados con puertas correderas son una solución para crear o dividir ambientes de una forma actual y elegante, ¡con la ventaja de que aportan una gran luminosidad!
Vivienda: Ático, terraza.
¿Dónde?: Comunidad de Madrid.
Cliente solicita: Crear y dividir un espacio, pero manteniendo la amplitud y la fluidez entre estancias para poder disfrutar de momentos en familia o con amigos independiente que estén en el interior o en el exterior.
Realización del proyecto:
En este caso hemos creado un cerramiento metálico con puertas correderas acristaladas en el exterior y en el interior.
Por una lado tiene una pequeña parte que es fija y en el otro lado cuenta con una puerta corredera de 3 hojas. El diseño de los marcos es minimalista dando absoluto protagonismo al vidrio, ajustando el diseño a la carpintería de tipo industrial que está presente en el diseño de la casa.
El acristalamiento actúa como zona intermedia entre el interior y el exterior de la casa aportando la mayor entrada de luz natural posible.
La puertas correderas actuán como divisores de espacio, el cuál facilita la entrada y salida de la estancia sin suponer un obstáculo para el acceso. Además, al ser correderas permiten:
- Cubrir grandes superficies con una mínima visión de los perfiles.
- Recoger todas las hojas en un lateral, dando amplitud completa al espacio.
- Sistema de instalación sencilla con un montaje fácil y rápido.
Las puertas acristaladas son un opción ideal que aporta elegancia y simplicidad al espacio, proporcionando a su vez, luminosidad, estabilidad y permitiendo la visibilidad hacia el exterior.
Un cerramiento acristalado permite combinar los espacios diáfanos y estancias cerradas dandole amplitud y luminosidad la estancia.
Combinar de esta forma el salón con la cocina es una solución interesante y elegante donde en ocasiones de reuniones familiares/amigos la cocina puede convertirse en una zona más de charla, y en otras ocasiones se puede aislar de ruidos y olores.